La tendencia mundial hacia el desarrollo de la generación de energía distribuida está cobrando impulso. La progresiva difusión de tecnologías como la fotovoltaica, el almacenamiento de energía y la movilidad eléctrica son una prueba de que el rumbo tomado es un camino sin retorno.
Muchos signos de avance en la tendencia hacia la movilidad eléctrica
Hay más señales fuertes: lo ocurrido recientemente en la COP21 de París, donde Estados Unidos y China también firmaron un acuerdo para reducir las emisiones frente al cambio climático, después de haberse negado a sumarse a los planes globales durante décadas, demuestra que hoy incluso las principales potencias económicas se han vuelto hacia un apoyo firme y convencido de las políticas verdes .
La elección podría haber estado dictada por una convicción ética y ambiental, o quizás por un alineamiento más pragmático con las sensibilidades de la opinión pública, pero ciertamente coincide con la posición de liderazgo que ahora han alcanzado en tecnologías de energía verde .
De hecho, tras décadas de indiscutible dominación europea, hoy la industria global de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía ve a China y Estados Unidos sobresalir: la fotovoltaica, la movilidad eléctrica y el almacenamiento son un ejemplo de ello.
El papel de Europa
Europa tiene la posibilidad de relanzar y recuperar un papel decisivo, no solo como consumidor, sino también como desarrollador y productor, pero esto debe basarse en políticas industriales claras y bien alineadas.
Mantener la ambigüedad, la indecisión o peor aún, posiciones antihistóricas en apoyo de los potentados fósiles, no ayudará al papel que debe adquirir Europa, donde «SMART» es ahora un dogma , o quizás sea la necesidad de un consumidor que hoy está conectado a las tendencias globales, y que quiere un desarrollo sostenible acorde con la innovación y el confort.
La política energética debe definirse de manera coherente con todo esto, y debe aplicarse de manera armónica en todo el continente, para evitar posiciones locales conflictivas. Particularmente en Italia ha habido recientemente opciones contradictorias, que no perfilan una imagen clara, útil para las inversiones de las familias y el sistema empresarial.
Colombia tiene muchos recursos para desarrollar una rápida y eficiente transición a la movilidad eléctrica.
¿Cuál será el papel de Colombia en esta transición a la movilidad eléctrica?
Movilidad y almacenamiento eléctricos: impulsores del desarrollo global de sistemas energéticos
La tendencia mundial hacia el desarrollo de la generación de energía distribuida está cobrando impulso. La progresiva difusión de tecnologías como la fotovoltaica, el almacenamiento de energía y la movilidad eléctrica son una prueba de que el rumbo tomado es un camino sin retorno.
Muchos signos de avance en la tendencia hacia la movilidad eléctrica
Hay más señales fuertes: lo ocurrido recientemente en la COP21 de París, donde Estados Unidos y China también firmaron un acuerdo para reducir las emisiones frente al cambio climático, después de haberse negado a sumarse a los planes globales durante décadas, demuestra que hoy incluso las principales potencias económicas se han vuelto hacia un apoyo firme y convencido de las políticas verdes .
La elección podría haber estado dictada por una convicción ética y ambiental, o quizás por un alineamiento más pragmático con las sensibilidades de la opinión pública, pero ciertamente coincide con la posición de liderazgo que ahora han alcanzado en tecnologías de energía verde .
De hecho, tras décadas de indiscutible dominación europea, hoy la industria global de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía ve a China y Estados Unidos sobresalir: la fotovoltaica, la movilidad eléctrica y el almacenamiento son un ejemplo de ello.
El papel de Europa
Europa tiene la posibilidad de relanzar y recuperar un papel decisivo, no solo como consumidor, sino también como desarrollador y productor, pero esto debe basarse en políticas industriales claras y bien alineadas.
Mantener la ambigüedad, la indecisión o peor aún, posiciones antihistóricas en apoyo de los potentados fósiles, no ayudará al papel que debe adquirir Europa, donde «SMART» es ahora un dogma , o quizás sea la necesidad de un consumidor que hoy está conectado a las tendencias globales, y que quiere un desarrollo sostenible acorde con la innovación y el confort.
La política energética debe definirse de manera coherente con todo esto, y debe aplicarse de manera armónica en todo el continente, para evitar posiciones locales conflictivas. Particularmente en Italia ha habido recientemente opciones contradictorias, que no perfilan una imagen clara, útil para las inversiones de las familias y el sistema empresarial.
Colombia tiene muchos recursos para desarrollar una rápida y eficiente transición a la movilidad eléctrica.
¿Cuál será el papel de Colombia en esta transición a la movilidad eléctrica?